miércoles, 1 de octubre de 2014

Dame algo en lo que creer y no hará falta creer en nada.




Los tomates son rojos como lo corazones rotos
¿De que puede sufrir un tomate?

té, quiero té. 

Día y noche pensando en que no se puede resistir más
porque esto es la fiesta de romperse, libre en el abismo del amor.

En que estoy pensando yo cuando las palabras juegan al escondite,
yo solo veo la punta del iceberg pero se que hay más de lo que se ve
mucho más de lo que las mentes dormidas pueden ver en una cueva húmeda y llena de miedo putrefacto...

amor fatuo 
amor regalado en las ilusiones del mundo real.


...

El silencio real es el ventilador del ordenador procesando estas palabras con todo el sentido del universo pero que nadie entiende, nadie escucha, solo gritos y ruidos en el pozo más profundo, del alma que perdió, la sangre en ese pozo y ahora se ahoga con la ironía del muerto en vida.

No estoy muerto... estoy vivo decía la liebre que perseguía el tiempo perdido, el tiempo en el que fue un niño regresa con una agresividad brutal y abrumadora.

Vuelvo a ser un niño en el cuerpo de un hombre, ¿Qué es el hombre? si no el avance hacia la muerte de la cárcel que ata mi ser más puro, que es un fénix en llamas, llamas que arden a los demás pero el fuego no quema en mi, nada quema en mi, no hay sentimiento solo la acción de ser libre en el estado mental para poder ver mas allá de lo que quieren que vea cuando me repito como las lentejas y poto purpurina de colores, los unicornios se ríen de mi, se ríen se ríen se ríen y serrín serrín serrín, aloha! no mejor Holi! que mas da si la misma naturaleza me da el poder ser monerrimo, ser lleno de amor y de algodón de azúcar... con la mente en frío tengo el corazón de piedra mientras la madre llora la partida de un hijo que crió como un cuervo para que le sacase los ojos, pero esa madre sigue llorando, sin ojos, nunca hable con los demás por que solo me enseñaron a graznar, aloha! soy yo el que esta aquí y sigo aquí amando a todo ser que se cruce en mi camino pues el amor el la luz que guía este sendero en ocasiones turbio, ya no tengo miedo señoras, señores y entes del universo, siento todo en mi ser como la levedad del aire que siempre fui, pues de niño soñaba que dormía y mientras dormía sobrevolaba la ciudad y nadie me tocaba, yo solo quiero ser yo. 

No volveré a leer estas palabras mas si no para corregir las faltas ortográficas de mi disléxica prematura y mi alzheimer en progreso continuo, soy olvidadizo pero no quiero olvidar, la clave esta en tener un pozo de los recuerdos que me ayuden a seguir adelante sin el tormento del la eterna tormenta que asoma todas las mañanas en esta ciudad, mi cometido en este mundo es que sepan que todo esta en todo y no hay nada que pueda negar el poder del infinito presente y el amor al universo bello que crece en el interior de usted, que esta leyendo esto.

Gracias muchas gracias por atender, lea y relea pues yo ya me se esta historia del pez que se muerde la cola por que yo ya no me muerdo la cola... solo muerdo colas, y sigo hacia delante como la gente de alicante.

Yo soy yo un hijo del viento, soy el hombre pájaro que soñaba con ser libre en la jaula de cristal y ahora rompe todo lo que aprendió...

Ahora en la hora del no tiempo el pájaro vuela con la jaula de cristal en la mochila del alma.