Recuerdo cómo empezó a cambiar el significado de las palabras. Palabras con las que no estabábamos familiarizados como colateral y entrega empezaron a dar miedo. Mientras que otras como fuego nórdico y artículos de lealtad empezaron a cobrar poder.
Recuerdo que diferente pasó a significar peligroso. Aún no lo entiendo. ¿Por qué nos odian tanto?
Detuvieron a Ruth mientras hacía la compra. Nunca en mi vida he llorado tanto. No tardaron en venir a por mí.
Es extraño que tenga que pasar el final de mi vida en un lugar tan horrible. Pero durante tres años recibí rosas y no tuve que arrodillarme ante nadie.
Moriré aquí. Cada centímetro de mí perecerá. Cada centímetro. Salvo uno. Un centímetro. Algo pequeño y frágil, y lo único que merece la pena conservar en el mundo. Nunca debemos perderlo o entregarlo. Nunca debemos dejar que nos lo arrebaten.
Espero, seas quien seas, que escapes de este lugar. Espero que el mundo cambie y que las cosas mejoren.
Pero lo que espero por encima de todo es que entiendas lo que quiero decir cuando te digo que, aunque no te conozca, y aunque puede que nunca llegue a verte, a reírme contigo, a llorar contigo o a besarte...
Te quiero. Con todo mi corazón. Te quiero.
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