La sangre corre a la velocidad de la luz por mis venas,
hace que mi corazón se acelere con cada movimiento de mis pupilas.
Sí, le estoy viendo y le tengo enfrente
notando cada respiración suya,
cada parpadeo,
cada latido
y a medida que nos acercamos
no puedo evitar desvanecerme en el espacio tiempo.
Llego al nirvana y me tomo un café con Buda
cuando le toco por primera vez.
¡Qué suave es su piel!
tal y como me la imagine.
Todo es imperfecto y me encanta,
la luna baña nuestros cuerpos de luz fría,
esa luz le hace hermoso,
es como si la muerte le vistiera de gala
y me lo ofreciera en bandeja de plata.
Todo acaba cuando llega la perfección
y con ella la realidad,
que me hace despertar con un tiro de escopeta.
Me levanto como cada mañana,
con el pene erecto y con la necesidad de esa maldita droga
que no para de rondarme la cabeza,
señoras y señores necesito contacto humano,
necesito MALDITO AMOR.
Un Joven con las hormonas alteradas.
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